El viento se eleva a las montañas a lugares donde nadie puede llegar. Hay tesoros en el fondo del mar que nadie puede alcanzar. Y las alturas del azul infinito están solamente habitadas por seres que pueden descubrir la suprema realidad. El hombre común no es capaz de comprender, de ver, la gloria del espíritu ya que para eso, es necesario, abrir el corazón. Este arte y esta ciencia son solamente para muy pocos. Para aquellos que lo han trascendido todo, quienes no tienen vínculos, ni siquiera lazos, quienes son libres como la luz viajando en el infinito, que no contiene sino contempla en la eternidad de su fluir infinito.
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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